Cuando pensamos en decoración, lo normal es buscar ideas en Internet y preguntar a familiares y amigos. Sin embargo, estos consejos de decoración, a veces, no son buenos, y de algunos de ellos debes huir en cuanto los oyes nombrar.
Hoy queremos ayudarte a ser más productivo y a saber qué consejos no deberías seguir para evitar errores a la hora de decorar. ¿Quieres saber cuáles son?
No sigas las tendencias de decoración sin pensar en cómo se adaptan a tu estilo de vida y a tu espacio

Cada año, e incluso podríamos decir dos veces al año, las tendencias cambian. Que si el minimalismo, que si el japandi… Hay miles y más que están por venir. Y muchos cometen el error de cambiar su decoración según estas tendencias.
Pero, ¿es realmente lo mejor? Lo cierto es que no. Cuando se decora es importante saber cuál es tu estilo de vida, el espacio y utilidad de cada habitación así como tu personalidad y gustos. A veces las tendencias no casan con tu estilo y no porque estén de moda debes utilizarlas para tu hogar. No significa que te vayas a quedar estancado, ni mucho menos, pero dejarás de hacer lo que «todo el mundo hace» y ofrecerás un resultado que de verdad forme parte de tu forma de ser.
Olvídate de comprar el set completo
Cuántas veces te habrás encontrado con que un elemento decorativo forma parte de un set completo para que todo conjunte. Y antiguamente se compraba todo el set para decorar. Pero ahora no es lo mejor que puedes hacer. Te explicamos.
Cuando compras todo lo mismo, mismo diseño, color, etc. estás impidiendo dar variedad y al final se quedará una decoración sosa, porque todo es lo mismo. En este punto es mejor que haya algún elemento (o algunos) que pongan esa nota discordante.
No sobrecargues el espacio con demasiados muebles y accesorios
Intenta dejar espacios vacíos. Aunque pienses que es malo, la decoración también necesita algo de respiro, de «aire» para que en su conjunto se vea perfecta.
Dicho de otro modo, imagina que tienes una habitación grande como dormitorio. Has puesto una cómoda, la cama con su cabecero, el armario y una silla. Pero queda una esquina libre. Y decides poner algo. Cuando se recarga demasiado el espacio, la sensación que provoca es de estar demasiado llena, y eso incomoda.
Si en lugar de colocar algo en ese espacio se deja libre, hará que fluya mejor la decoración, y no solo eso, sino que te permitirá apreciarla más porque te fijarás en detalles.
No te sientas obligado a tener un esquema de color específico en toda la habitación
Hace unos años estaba de moda pintar las habitaciones de un color. Cada una de uno, e incluimos el techo. Pero lo cierto es que eso lo único que hace es dar la sensación de que estás en una especie de «caja».
Pinta siempre el techo en color blanco. Y en cuanto a las paredes, puedes pintar las cuatro de un color, porque sabemos que queda bien; pero si una de ellas la destacas con otra pintura, o bien con un papel pintado o similar, va a llamar mucho más la atención. Y no, no quedará mal.
Lo mismo te podemos decir con los estilos de color (que se usan mucho para decorar las habitaciones). No pasa nada si metes un color diferente a la paleta. Por ejemplo, imagina que has decorado una habitación con colores pastel. Y metes un cojín rojo fuerte. ¡No pasará nada! De hecho, harás que la vista se vaya a ese elemento y podrás destacar ciertos puntos. Eso sí, no te pases.
No ignores la funcionalidad y la comodidad a favor de la estética
Seguro que te acuerdas de alguna serie o película donde te ha cautivado la decoración. Pues bien, pensando racionalmente, ¿consideras que sería funcional? A veces nos dejamos llevar por fotos, vídeos e imágenes que idealizan los espacios pero que, a la hora de la verdad, no son funcionales.
Por ejemplo, un escritorio para el ordenador pero que no tiene hueco para meter las piernas. Sí, será bonito, pero no es funcional si para utilizarlo tienes que pegarte al mueble, encorvarte o ponerte de mil y una posturas para trabajar cómodamente.
No te sientas obligado a seguir un estilo de decoración específico

Podríamos resumir lo anterior en lo siguiente: mezcla estilos y elementos para crear un espacio único y personal.
Dicho de otro modo, olvídate de un solo estilo. A veces las combinaciones de estilos y de elementos le dan personalidad al sitio, y eso es justo lo que debe tener una casa para que te sientas bien en ella.
El baño siempre en blanco
No, no y no. Antes se ponía en blanco porque daba amplitud. Bueno, ahora también, pero lo cierto es que hay más colores que se pueden utilizar. Si se combinan bien, perfectamente puedes tener un baño en negro, azul, rojo, verde, amarillo… El truco está en saber mezclar esos colores para que no quede demasiado agobiante ni tampoco dé la sensación de ser pequeño o de que no case con lo demás.
Te ponemos un ejemplo. Un baño en una casa con suelos de madera claros. El techo del baño puede ser blanco, pero los azulejos no tienen por qué ser blancos, sino que, siguiendo la tonalidad del suelo, podrías ponerlos en un tono beige más claro para que al entrar parezca que sigue el tono de color.
Eso sí, para darle toques puedes optar por algún marco en color oscuro, o algún mueble en un tono más oscuro (o claro).
Como ves, hay muchos consejos de decoración que, a veces, es mejor no haber oído antes. Guíate por tu instinto y por cómo querrías ver tu hogar según tu personalidad. Es la mejor forma de que tu casa sea realmente tuya.