El polvo está compuesto por células de piel mudadas, caspa de mascotas, excrementos de insectos, polen, pelusas y partículas de tierra, el polvo está en todas partes. Puede adherirse a superficies verticales, telas y todas las superficies imaginables. A menos que te guste que tu hogar se vea como si estuviera listo para una casa embrujada de Halloween, quitar el polvo es clave.
No te pierdas los mejores consejos para que quitar el polvo sea fácil, rápido y que además te quede impecable.
Reglas básicas
Con estas reglas básicas empezarás de la mejor forma a quitar el polvo de tu hogar:
- Cuando desempolves una habitación o un objeto, siempre comienza en la parte superior y sigue hacia abajo para que el polvo no se vuelva a asentar en un área recién limpiada.
- Primero quita el polvo, luego aspira una habitación para capturar todo lo que se haya caído al suelo.
- Cierra todas las ventanas y apaga los ventiladores mientras quitas el polvo para evitar que las partículas se dispersen.
- Limpia regularmente tus herramientas para quitar el polvo y aspirar. Un plumero sucio y una aspiradora completa no eliminarán bien el polvo.
- Despeja las zonas para no tener demasiados objetos que puedan capturar el polvo casi sin que te des cuenta.
Usa un plumero correcto
Usar el tipo correcto de plumero para la tarea hará que quitar el polvo sea más fácil y efectivo. El mejor plumero es el que captura y atrapa el polvo para que no se esparza mientras limpias. Deberás tener en cuenta lo siguiente:
Los plumeros desechables electrostáticos hacen un gran trabajo y están disponibles con manijas extensibles para llegar a lugares altos. Se ofrecen en diferentes espesores para manejar cargas de polvo ligeras a pesadas, incluso en suelos, y su uso puede volverse costoso para cada tarea.
Los plumeros de microfibra vienen en una variedad de diseños, desde guantes de mano hasta plumeros de persianas de listones para ventanas y trapos para el polvo del suelo. Las fibras están hechas de nailon y poliéster crean una tela electrostática que atrae y retiene el polvo hasta que el plumero se lava con detergente para ropa. Estos plumeros se pueden reutilizar cientos de veces.
Los que son de lana se pueden reutilizar durante muchos años, pero pueden esparcir polvo a menos que se limpien después de cada uso. Si desea un plumero de fibra natural, opta por un plumero de lana de cordero que se pueda lavar a mano con un jabón suave.
Mucha gente confía en las viejas camisetas de algodón como plumeros. Son suaves, no rayan las superficies y se pueden lavar y reutilizar. Sin embargo, no atrapan el polvo tan bien como la microfibra a menos que uses un spray para quitar el polvo o humedezcas un poco el algodón.
El peor producto para quitar el polvo es una toalla de papel. Algunas marcas pueden rayar las superficies y todas las toallas de papel dejan pelusa.
Mantén un horario de limpieza
Todas las habitaciones de tu casa deben limpiarse al menos una vez a la semana. Esto no significa que tengas que hacer toda la casa en un día. Crea un horario y quita el polvo de una o dos habitaciones cada día. Solo tomará unos minutos y evitará una acumulación excesiva de polvo que es más difícil de capturar.
Durante tu desempolvado semanal, no olvides las superficies verticales como los espejos y la parte superior de los marcos de cuadros y estanterías.
Cuidado con el polvo más espeso
Si no te has mantenido al día con el desempolvado, eliminar una capa gruesa de acumulación puede parecer desalentador. En lugar de pasar por múltiples plumeros desechables o paños de microfibra, comienza con una aspiradora que tenga una manguera y un cepillo para tapicería.
Trabaja lentamente y mantén el cepillo ligeramente por encima de la superficie del área polvorienta para evitar que se raye. Vacía la ventosa o la bolsa de la aspiradora con frecuencia para mantener una fuerte succión. Realiza un seguimiento con un paño de microfibra o un plumero desechable para atrapar las partículas pequeñas que quedan.
