Las Aterradoras Repercusiones de la Audiencia de Halloween sobre la Neutralidad en la Red

María MR

El futuro de un internet abierto y equitativo enfrenta un serio desafío este 31 de octubre, una fecha tradicionalmente asociada con el Halloween, pero que en este año podría tener implicaciones mucho más significativas para los usuarios de la red en Estados Unidos. Las principales compañías de banda ancha, que controlan el acceso a internet en gran parte del país, están en el centro de una controversia sobre la neutralidad de la red, con propuestas para implementar un sistema de tarifas que priorice ciertos servicios a cambio de un pago extra. Esta medida podría derivar en la reducción intencionada de la velocidad de conexión para algunos usuarios, mientras se favorece a aquellos dispuestos a pagar más por un acceso «premium».

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), bajo la presión de la opinión pública y con el respaldo de varias organizaciones de interés, ha prohibido prácticas como la priorización pagada o la ralentización deliberada de la conexión, manteniendo vigentes las reglas de neutralidad de la red. Estas normas son esenciales para asegurar que los proveedores de servicios de internet (ISP) traten todo el tráfico de datos de manera equitativa, sin discriminar o favorecer a ciertos servicios, aplicaciones o sitios.

Sin embargo, el incentivo económico que representa el cobro de tarifas adicionales por acceso prioritario resulta tentador para empresas como Comcast y AT&T, que han decidido llevar su reclamo a los tribunales. La batalla legal ha llegado ahora al Sexto Circuito de la Corte de Apelaciones, lo que indica que el futuro de estas regulaciones está nuevamente en juego.

En un contexto jurídico cada vez más complejo, las decisiones del Tribunal Supremo, que recientemente modificó la deferencia judicial otorgada a las agencias pareceres administrativos, pueden resultar determinantes. La discusión se centra en si el acceso a la banda ancha debe considerarse un servicio de telecomunicaciones, lo que implicaría mayor regulación, o si se trata de un servicio de información, que tendría menos restricciones.

La importancia de cómo se categoriza la banda ancha reside en la llamada «doctrina de cuestiones importantes». Según esta doctrina, solo el Congreso tiene la autoridad para permitir que las agencias regulen temas considerados significativos. Al abordar si la regulación der internet merece este estatus, la perspectiva del juez Kavanaugh y la composición actual del Tribunal Supremo podrían inclinar la balanza de manera decisiva.

Team Telecom, que representa a las grandes empresas de telecomunicaciones, argumenta que la FCC no tiene la autoridad necesaria para considerar la banda ancha como un servicio de telecomunicaciones, impulsando la idea de que es necesaria una intervención directa del Congreso. Por otro lado, Team Internet defiende que la delegación de esta autoridad ya está claramente prevista en la legislación actual.

La decisión final del tribunal sobre este conflicto no se espera antes de la primera mitad de 2025, lo que prolongará el debate y la incertidumbre sobre la neutralidad de la red por varios meses. Dependiendo del fallo, la parte perdedora podría llevar el caso nuevamente ante un panel más amplio del Sexto Circuito, o incluso elevarlo al Tribunal Supremo, donde se tomaría la decisión definitiva sobre el alcance de la regulación de internet en Estados Unidos.