Si eres una persona con alergias es posible que te hayan dicho alguna vez que tener una buena limpieza en el hogar es importante. A continuación vamos a explicarte algunos consejos importantes para que cuando limpies tengas en cuenta el dejar fuera a los alérgenos.
Dormitorios
Las personas pasamos gran parte de nuestras vidas en los dormitorios (sobre todo durmiendo) y hay muchas zonas donde se atrapa el polvo. Empieza limpiando siempre la cama junto con la ropa de cama. Las sábanas, las fundas de almohada y las colchas deben lavarse una vez por semana con agua caliente.
Si tienes alergias nunca dejes que se seque la ropa de cama al aire libre ya que el polen del exterior entraría en las sábanas. Compra siempre la ropa de cama, colchones y sombrees que sean a prueba de ácaros. Las almohadas también deben limpiarse regularmente. El dormitorio debes limpiarlo semanalmente desde arriba hacia abajo.
Las mascotas es mejor que estén fuera de los dormitorios y de la cama para evitar que produzcan alergias. Las puertas de los armarios se deben mantener cerradas para que no entren alérgenos a la ropa.
Cuarto de baño
Los alérgenos más peligrosos en los baños son el moho y los hongos. Puedes detener y eliminar el crecimiento de moho con cloro, peróxido de hidrógeno o un limpiador comercial de moho. Siempre lee atentamente las instrucciones y NUNCA mezcles diferentes productos químicos.
Para eliminar la acumulación de moho, mezcla una solución de tres partes de agua con una parte de lejía. Usando guantes de goma y ventilando bien el área, usa un cepillo rígido para fregar las áreas afectadas. Para las esquinas estrechas, satura las toallas de papel con la solución de lejía/agua y aplícalas al molde. Permite que permanezcan en el lugar durante 10 a 15 minutos y luego frota y enjuaga.
Para evitar el crecimiento adicional de moho, instala y usa un extractor de aire cuando te bañes o te duches. Después de cada uso, seca con una toalla la bañera o la cabina de ducha. Revisa la bañera, el cabezal de la ducha, el lavabo y los accesorios del inodoro con frecuencia para detectar fugas y repáralos de inmediato.
Cuelga siempre las toallas para que se sequen entre usos. Lava las alfombras, los tapetes de baño y las cortinas de la ducha con frecuencia para inhibir el crecimiento de moho.
Salas de estar
Al igual que en un dormitorio, comienza a limpiar en la parte superior de la habitación para que el polvo y los alérgenos bajen y sean capturados al fregar el suelo o al pasar la aspiradora. Limpia los muebles de madera para eliminar el polvo y aspira la tapicería. Luego, aspira la alfombra o pasa un paño húmedo. Las áreas de estar deben limpiarse por lo menos una vez a la semana y es mejor aspirar las alfombras cada dos días.
Si tienes plantas, cubre la tierra con piedras decorativas o canicas para ayudar a contener el moho natural que puede crecer en la tierra húmeda. Las plantas artificiales deben desempolvarse semanalmente y limpiarlas con un trapo húmedo periódicamente para eliminar el polvo.
En lugar de usar ambientadores químicos, considere hervir a fuego lento cáscaras de cítricos o especias como canela y nuez moscada para refrescar el aire.
La cocina
La cocina es un lugar privilegiado para el crecimiento de moho y excrementos de insectos. Para evitar el crecimiento de moho y hongos, usa un extractor ventilado para reducir la humedad. Revisa periódicamente el fregadero, la nevera y el congelador en busca de fugas y repáralos de inmediato.
Semanalmente, limpia la nevera y desecha los alimentos mohosos o vencidos. Limpia los sellos de las puertas, limpia las bandejas y seca los derrames y el exceso de humedad. Friega el suelo y lava las alfombras de cocina.
Limpia las encimeras y el fregadero todos los días. Los platos deben lavarse a mano después de cada comida o colocarse en un lavavajillas. Todos los alimentos deben almacenarse en recipientes tapados y la basura debe vaciarse con frecuencia para evitar los excrementos de roedores y cucarachas. Al menos cuatro veces al año, vacíe y limpie los muebles y cajones para eliminar las migajas.