En 2024, se ha establecido una nueva pensión de jubilación para las amas de casa en España, reconociendo así el invaluable trabajo no remunerado realizado en el hogar y asegurando una seguridad económica en su vejez. Esta medida pretende proporcionar un apoyo integral a estas mujeres que, a pesar de no haber cotizado a la Seguridad Social, han desempeñado un papel crucial en sus hogares y comunidades.
La pensión no contributiva de jubilación es una prestación gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y las comunidades autónomas. Está destinada a personas que no han cotizado lo suficiente a la Seguridad Social, incluyendo a muchas amas de casa. Además de la asistencia económica, esta pensión garantiza el acceso a servicios sociales y médicos, proporcionando un apoyo integral a quienes lo necesitan.
Para beneficiarse de esta pensión en 2024, se deben cumplir ciertos requisitos establecidos por el IMSERSO y las comunidades autónomas:
- Edad: Tener al menos 65 años.
- Residencia: Residir legalmente en España durante al menos diez años entre los 16 años y la fecha de solicitud de la pensión, con dos años consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
- Ingresos: No superar ingresos de 7.250,60 euros anuales en 2024.
- Unidad económica de convivencia: Si viven con familiares, los ingresos del hogar deben estar por debajo de ciertos límites según el número de convivientes y sus relaciones familiares.
Estos requisitos aseguran que quienes realmente necesitan esta ayuda económica puedan acceder a ella, proporcionando una red de seguridad para las amas de casa que han dedicado su vida al hogar sin cotizar a la Seguridad Social.
La cuantía de la pensión no contributiva de jubilación para amas de casa en 2024 se basa en los ingresos personales y de los miembros de su unidad económica de convivencia. La pensión se paga en 14 pagas anuales, incluyendo dos pagas extraordinarias en junio y noviembre.
En 2024, la cuantía máxima es de 7.250,60 euros anuales, equivalente a 517,90 euros mensuales. Este monto asegura que los mayores de 65 años que no han cotizado lo suficiente puedan vivir con dignidad. La cuantía mínima es de 1.812,65 euros anuales, que corresponde a 129,48 euros al mes, aplicable en situaciones específicas.
Además de recibir la pensión no contributiva, es importante que las amas de casa conozcan estrategias para mejorar la eficiencia energética en el hogar. Estas prácticas no solo reducen el consumo de energía, sino que también disminuyen las facturas de luz, beneficiando a quienes viven con ingresos limitados.
Entre los consejos están optar por electrodomésticos eficientes, usar responsablemente la iluminación, controlar adecuadamente la temperatura del hogar, mejorar el aislamiento térmico, utilizar tarifas de luz adecuadas y aprovechar el bono social de electricidad.
Implementar estos consejos puede resultar en un ahorro significativo en el consumo energético del hogar, permitiendo a las amas de casa gestionar mejor sus finanzas y contribuir a un entorno más sostenible.
La combinación de una pensión no contributiva y prácticas de eficiencia energética proporciona a las amas de casa una mayor estabilidad económica y calidad de vida, reconociendo así su valiosa contribución a la sociedad.