A lo largo del año, nuestros hijos suelen recibir multitud de regalos, ya sea por ser Navidad, el día de su cumpleaños o cuando hacen la comunión, por poner algunos ejemplos. El problema es que con tantas cosas, al final su dormitorio queda pequeño para guardar todo eso. Ante esa situación nos queda la opción de hacer limpieza y tirar a la basura ciertas cosas, o bien buscar diferentes opciones para ganar almacenamiento. Veamos a continuación algunas ideas que nos comparten desde Schmidt.
Una habitación a medida de los más pequeños
El principal imprescindible del cuarto de los reyes de la casa: adaptación a sus necesidades. Que puedan acceder a ciertos cajones, armarios o estanterías será el primer paso para que sean capaces de ordenar sus juguetes, materiales y ropa de una manera sencilla. Todo ello sin tener que quitarles espacio de juego y desarrollo.
Sácale partido a las alturas
¿El principal lema? No des ningún metro por perdido, especialmente si la habitación es pequeña, las paredes son nuestro gran aliado.
Los peluches, cuentos y juguetes pueden servir como decoración además de ser un entretenimiento. El consejo es combinar los diferentes fondos de las estanterías (algunas más estrechas y otras más profundas) para guardar todos esos entretenimientos que nunca sabemos donde colocar. De esta forma conseguirás evitar que el desorden sea excesivo al colocar los cuentos con las portadas vistas, para que su visualización sea mucho más fácil.
Por otro lado, las estanterías son un elemento que nos dan mucho juego e imprescindibles en cualquier habitación infantil ya que nos permiten aprovechar las alturas de forma muy práctica. Hay estanterías bajas que resultan muy cómodas para los niños, ya que llegan fácilmente a todos los estantes y pueden coger y colocar las cosas sin ayuda. Si la habitación es pequeña y optas por estanterías altas que aporten más sitio para guardar, procura que en la parte inferior se encuentre aquello que los niños usan a diario para facilitarles la tarea.
Un armario a medida con puertas correderas
Disponer de un armario bien distribuido y con múltiples espacios de organización es clave para mantener la ropa en su sitio. Los armarios a medida de Schmidt son tan profundos que nada se les resiste, ni siquiera esos disfraces que nunca sabemos dónde colocar.
Grandes espacios de almacenamiento
En una habitación para niños, nunca sobra espacio de almacenamiento. Por eso, Schmidt te propone el poder escoger muebles con amplios cajones, para que cada cosa tenga su sitio y ordenar sea más fácil. Además, son el espacio perfecto para almacenar los juguetes más grandes, material de dibujo, ropa de cama o prendas de otras temporadas.
Un truquito es que en cada cajón guardes un contenido distinto. Así, con todo clasificado, solo tendrás que enseñar a los niños dónde va cada cosa y ellos mismos podrán hacerlo solos.
Un imprescindible: la cómoda
Para aprovechar el espacio del dormitorio al máximo hay que distribuir los muebles de manera coherente y equitativa, pero a la vez, de manera práctica. Una buena opción es colocar una cómoda, a la par de auxiliar se trata de un mueble útil. Las medidas de la cómoda pueden variar tanto en alto como en ancho y en profundidad, por lo que pueden adaptarse a la perfección a cada hogar.
De donde no hay no se puede sacar, ¿o sí?
Muchas veces creemos que tenemos mucho menos espacio del que en realidad hay. Lo que tenemos que hacer es dejar volar nuestra imaginación y buscar soluciones originales.
El almacenaje debajo de la escalera de Schmidt es una manera perfecta de aprovechar ese espacio que normalmente desperdiciamos. Este armario con guardarropa de bajo techo e inclinado está hecho a medida y cuenta con una gran profundidad que permite optimizar la organización y encontrar nuevos usos a ese hueco bajo la escalera colocando un ropero a la derecha, una caja de juguetes a la izquierda… y un nicho de diseño en el centro para evitar un efecto de masificación.