En el marco de la Semana Cultural de Cogolludo, se llevó a cabo una conferencia el pasado 11 de agosto en el salón de plenos del municipio, con motivo del centenario del devastador incendio que destruyó la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara en la noche del 9 al 10 de febrero de 1924.
Javier Segura, guía oficial de turismo, fue el encargado de dirigir esta conferencia, ante un numeroso público asistente. Segura inició su exposición repasando la historia del cuerpo de ingenieros militares, desde sus orígenes en época de Felipe II con la Academia de Matemáticas y Fortificación de Madrid, hasta la creación de academias en diversos puntos, como Cartagena de Indias, Barcelona, Alcalá de Henares, y finalmente, Guadalajara en 1833.
El conferenciante destacó la relevancia histórica del lugar donde se erigía la Academia, que en otros tiempos fueron las casas de Iñigo López de Orozco y el Palacio de los Montesclaros, convertido en la Fábrica de Paños hasta su cierre en 1822. Durante su intervención, Segura mostró recortes de prensa de la época que informaban sobre el incendio y las promesas de reconstrucción que nunca se cumplieron por parte de figuras como el rey Alfonso XIII, el General Primo de Rivera y el General Tejera, a cargo de la Sección de Ingenieros en el Ministerio de la Guerra.
El incendio, que comenzó en el cuarto de arrestados, se agravó rápidamente y destruyó valiosos volúmenes de la biblioteca, techumbres y otros elementos esenciales de la Academia. Segura explicó cómo se solicitó ayuda a la central de bomberos de Carabanchel y cómo, finalmente, llegaron 20 bomberos para combatir las llamas, utilizando más de 700.000 litros de agua. A pesar de sus esfuerzos, la Academia quedó en ruinas con solo la fachada principal y la torre con su reloj en pie, que tuvieron que ser demolidos por seguridad.
Entre los pocos elementos que se salvaron del fuego se encuentran 31 retratos de un total de 104 que decoraban el Salón de Retratos. La pérdida incluyó también instalaciones clave como la sala de dibujo, el gimnasio, laboratorios, y muchos otros espacios fundamentales para la formación de los ingenieros.
La Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara fue un punto de formación para notables figuras de la historia de España, como Pedro Vives Vich, pionero de la aviación española, y Emilio Herrera Linares, presidente de la República en el exilio y creador del prototipo del traje espacial. También formó a Alfredo Kindelán, fundador del Ejército del Aire, y Alejandro Goicoechea, diseñador del tren TALGO.
Otro destacado egresado fue el Capitán Mariano Barberán, quien en 1932 realizó uno de los primeros vuelos transatlánticos desde Sevilla a Cuba en el avión «Cuatro Vientos», marcando un hito en la aviación española antes de desaparecer en su viaje a México.
La conferencia concluyó con un emotivo video que mostró las dependencias que existieron en la Academia y terminó con fuertes aplausos, resaltando la significativa aportación de la ciudad de Guadalajara a la historia de España.