Cómo hacer tu propio tutor para plantas

Macetas con plantas

Si tienes plantas en casa te habrás dado cuenta que el verano es la mejor estación para que estas crezcan. El problema es que, si lo hacen mucho, puede ocurrir que, en un momento dado, se caigan por su peso. ¿La solución? Un tutor para plantas.

Pero, ¿cómo conseguir hacer un tutor para plantas? ¿Se puede hacer en casa? ¿Cómo es mejor hacerlo? Tranquilo, te damos las claves a continuación.

Qué es un tutor para plantas

Macetas para colocar un tutor para plantas

Un tutor para plantas es, básicamente, un palo que se pone en la maceta de la planta para proporcionarle un sostén y que pueda crecer en vertical, y no en horizontal.

Normalmente, este tipo de accesorio se usa para plantas trepadoras, o colgantes que se transforman en plantas verticales.

En realidad, puede usarse para cualquier tipo de planta ya que lo que se espera con ella es que aguante la estructura de la planta y que esta no ceda por el peso de las hojas, ramas o incluso de los frutos.

Además, le proporciona nutrientes, llegando incluso a enraizar aquellas plantas que desarrollan raíces aéreas.

Qué se necesita para hacer un tutor para plantas

Maceta preparada para un tutor para plantas

Es cierto que en las tiendas puedes comprar tutores para plantas bastante baratos. Pero si te preocupas por tus plantas y quieres darle siempre lo mejor, en este caso, lo que puedes hacer es construir el tuyo propio. Así, sabrás de qué está hecho y podrás darle los mejores materiales en base a las necesidades que tenga la planta.

Si es así, los materiales que deberías tener a mano para un tutor para plantas son los siguientes:

  • Musgo Sphagnum.
  • Un palo de madera.
  • Una placa de alambre (o tela metálica).
  • Cuerda, hilo o bridas.
  • Tijeras, agua.
  • Sustrato (fibra de coco, universal, etc.).
  • Drenaje (perlita, akadama…).

Ten en cuenta que no vas a usar todos. Y es que hay varias formas de hacer un tutor para plantas, y aquí te vamos a hablar de varios.

Cómo hacer un tutor con musgo

Plantas

Vamos a empezar explicándote cómo hacer un tutor muy sencillo y fácil. Te lo recomiendo para plantas pequeñas o medianas, pero no para las grandes porque puede ser demasiado endeble para ellas.

Así puedes, lo primero que necesitarás es musgo Sphagnum. Has de hidratarlo, por lo que tendrás que ponerlo en agua durante 15-20 minutos.

Mientras tanto, coge un palo o varilla del tamaño que necesites y limpia una superficie para poder trabajar en ella.

Una vez tengas el musgo, empezamos a trabajar. Para ello, coge una cantidad y quítale el exceso de agua (apriétalo con la mano para que escurra). Después, coloca ese musgo en la superficie.

Un pequeño truco es colocar primero una base de musgo acorde con el tamaño del palo. Después colocar el palo y terminar cubriendo con otra base de musgo.

Una vez esté todo, tendrás que empezar a atar el musgo para que no se suelte. Esto es quizá lo más complicado de hacer, y lo que más tiempo te llevará. Pero una vez lo consigas tendrás el tutor adecuado para tus plantas.

Crear un tutor nutritivo para tus plantas

Como sabemos que a veces hacer un tutor con musgo no es suficiente, aquí vamos a darte las claves para que sepas hacer uno más fuerte y adecuado a las plantas (con el objetivo incluso de que enraícen o tengan más nutrientes).

Para ello, vas a necesitar tela metálica. No hace falta mucho, lo suficiente para que puedas enrollarla en el palo y que quede holgada (porque en su interior vamos a meter tierra, musgo y demás).

También te recomendamos que no uses una tela metálica de agujeros muy pequeños. Elige una con más aperturas, suficiente como para que las raíces aéreas puedan entrar sin problema.

Esa tela metálica colócala en una superficie. A continuación, tendremos que crear el «relleno». Para ello, te recomendamos una mezcla de musgo con sustrato universal, perlita o akadama e incluso lechuza pon. Todo esto le dará los nutrientes que necesita a la planta.

Coloca una capa encima de la tela metálica (no te preocupes si se cae fuera un poco). A continuación, coloca el palo que le dará estabilidad a ese tutor para plantas.

Finalmente, cubre con otra capa.

Ahora, enrollarlo es sencillo. Solo tienes que empezar por un lado de la tela y empezar a darle vueltas para crear un cilindro. Es posible que la tierra se caiga, no toda pero sí un poco. No te apures y céntrate en fijar la tela con cuerda, bridas, etc.

Una vez lo hagas podrás añadir por arriba lo que se haya perdido. Ya solo te quedará colocarlo en la maceta y fijarlo con la planta para que esta tenga un nuevo punto de nutrientes y de estabilidad (ayudará a que la planta se anime a crecer más).

¿Has hecho alguna vez un tutor para plantas? Como ves, es bastante fácil de hacer, con lo que solo tienes que ponerte manos a la obra para lograrlo. ¿Tienes algún truco o consejo que quieras compartir? ¡Te escuchamos!