Como sabes, hay muchas formas de decorar una habitación infantil. Pero una que están en auge ahora mismo es la decoración con el método Montessori, un modelo de educación muy conocido, pero que también se puede aplicar a la decoración de la habitación infantil.
Una habitación infantil siguiendo el método Montessori se caracteriza por estar ordenada, limpia, y sencilla. Tiene los elementos imprescindibles y enfocados al pequeño ya que todo favorece la independencia y autonomía del niño. Pero, ¿cómo se consigue eso?
Las claves en decoración infantil con el método Montessori
Si te ha llamado la atención esta forma de decoración para la habitación infantil, aquí te dejamos las claves que debes tener en cuenta para que la habitación se transforme según este método educativo.
1. Colores neutros
Dile adiós a los colores chillones, porque la habitación infantil con el método Montessori deja eso inutilizado. A cambio, tendrás que utilizar tonos suaves y neutros, como por ejemplo la gama pastel (un azul clarito, amarillo, rosa, verde, beige, etc.).
Pero si realmente quieres ir a rajatabla con el método, tendrás que escoger un color blanco o, como mucho, el beige (para que no sea blanco roto).
2. El colchón en el suelo
Sí, exacto. Se acabaron las camas con barrotes, las cunas, etc. El método Montessori se basa en eliminar cualquier tipo de «jaula» para los niños y que estos sean independientes y no necesiten a nadie para levantarse de su cuna o de su cama.
Así que, siempre que se pueda, el colchón debe quedar lo más cerca del suelo posible, para que sea el pequeño el que pueda subirse o bajarse sin necesitar ayuda. Y, además, esto ayuda a que no se tenga miedo a las caídas, y se sepa que no se va a hacer daño si se cae de la cama o de su cuna.
Ahora bien, si tienes dos hijos, y no tienes espacio para colocar dos camas en el suelo, tendrás que usar una litera. Y en esto, el método Montessori dice que hay que colocar la cama más baja a ras del suelo y, la otra, lo más pegada posible para que la escalera no sea muy alta y pueda darle autonomía al pequeño que se acueste arriba.
3. Centra la atención en el suelo
Las habitaciones decoradas con el método Montessori tiene una zona central: el suelo. La filosofía es que el suelo quede lo más despejado posible para que el niño pueda moverse por él: que juegue, lea, escriba,… en definitiva, que haga todo lo que quiera.
Por eso, en la medida de lo posible, habría que preparar el suelo para esa función. Hablamos de un suelo radiante, y de alfombras que protejan al pequeño del frío o de la dureza del suelo. Más que nada para que, en el futuro, sus huesos no se resientan del frío.
4. Todos sus juguetes a su altura
Tanto los juguetes, como el mobiliario, ha de estar pensado para los más pequeños, para que ellos puedan acceder a él y manipular lo que haya en el interior. Por eso, se deben buscar muebles que no tengan demasiada altura, donde ellos puedan poner o quitar cosas.
Todo debe estar preparado para que sea el niño el que decida qué hacer con lo que tiene. Ya sea jugar con él o guardarlo. Ten en cuenta que hablamos de que es su «espacio» y que debe tener autonomía en el lugar.
Además de todo eso, conviene que también coloques un espejo, cuyo objetivo es que el pequeño se observe, vea su reflejo y se dé cuenta de quién es. Ayudará a que se reconozca como una persona individual, y verá las cosas de otra forma, porque no se avergonzará de lo que le haga diferente porque siempre se ha visto como un igual con los demás.
5. Independencia ante todo
Es el pilar del método Montessori, y tienes que seguirlo en la habitación infantil. Esto quiere decir que debes decorar a la altura de los más pequeños para que estos sean independientes y puedan utilizar todo lo que hay en su interior sin necesitar la ayuda de un adulto.
Pero eso también tiene un doble sentido, y es que, igual que lo usan, deben después guardarlo y mantener el orden en su habitación. Al fin y al cabo, es suya y se les enseña a ser independientes para todo, ya sea para jugar, como para recoger.
6. La naturaleza en la habitación
Aunque las habitaciones infantiles no suelen ser muy grandes, sí es cierto que se puede jugar a crear diferentes zonas en la misma. La parte de la cama puede ser el centro de la habitación (con este método es mejor que esté a un lado para que no corte la utilidad del suelo), pero además puede haber una zona de lectura, una de juegos, una de escritura, etc.
Y una de ellas conviene que sea de naturaleza, bien decorada con alguna planta que pueda cuidarla el pequeño de la casa y de la que se haga responsable. De esa manera, el medio ambiente, e inculcarle responsabilidad y el amor por la naturaleza, lo harás desde que es un niño.