La Campaña Mundial por la Educación (CME) ha lanzado un urgente llamado a la comunidad internacional para que priorice la inversión en educación durante las situaciones de emergencia. Esta demanda se presenta en el contexto del Día Internacional de la Educación y destaca la importancia crucial de este derecho fundamental para el futuro de millones de niños y jóvenes en el mundo. La CME ha revelado un alarmante aumento de ataques y el uso militar de escuelas, con un incremento del 33% en estos incidentes entre 2019 y 2020, y una duplicación de heridos y fallecidos en 2021.
Actualmente, más de 224 millones de niñas y niños se ven privados de una educación de calidad debido a conflictos armados, desastres naturales y desplazamientos forzados. Ante esta preocupante estadística, la CME reitera la necesidad de garantizar que todos los jóvenes tengan acceso a una educación gratuita, inclusiva y de calidad, especialmente en momentos de crisis. Durante estas emergencias, las escuelas no solo funcionan como espacios de aprendizaje, sino que se transforman en refugios seguros que brindan estabilidad, apoyo emocional y protección frente a la violencia.
Sin embargo, la situación es crítica, ya que menos del 3% de la ayuda humanitaria a nivel mundial se destina a la educación. Esta escasa inversión amenaza el futuro de generaciones enteras. En casi diez años, la población no escolarizada ha disminuido solo en un 1%, lo que pone de manifiesto la necesidad imperiosa de aumentar la inversión educativa, especialmente en los países de bajos ingresos.
La CME hace un llamado a los gobiernos y a los donantes internacionales para que adopten medidas concretas, como el establecimiento de metas anuales para 2030 que respeten el compromiso de destinar el 0,7% de la renta nacional bruta a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y, además, aumentar la ayuda humanitaria dedicada a la educación en situaciones de emergencia. También se insta a integrar medidas de protección infantil en los sistemas educativos y a realizar reformas en la arquitectura financiera internacional para mejorar la formación y protección de los docentes.
En el ámbito nacional, la CME en España está colaborando con diversas comunidades educativas para concienciar sobre la educación como un derecho humano fundamental y como motor del desarrollo sostenible. Iniciativas como la Semana de Acción Mundial por la Educación, programada para abril, buscan la participación activa de colegios, familias y estudiantes en la promoción de este derecho esencial.
Mariluz Aparicio, coordinadora de la CME en España, ha afirmado que «invertir en la educación en emergencias es una cuestión de justicia social. No podemos permitir que ningún niño o niña quede atrás por causas que escapan a su control. Es el momento de actuar con valentía y visión». La CME, que agrupa diversas organizaciones y movimientos sociales a nivel internacional, se compromete a promover el cumplimiento de los compromisos de los Estados en materia de educación para todos. En España, esta coalición incluye a entidades como Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas, Madre Coraje y Plan International.