Halloween está a la vuelta de la esquina, y son muchos los que ya se han puesto a decorar la casa para que el próximo 31 de octubre esté «presentable» para los monstruos, fantasmas, brujas y demás seres paranormales. Sin embargo, eso no quiere decir que tengas que comprarlo todo; a veces tenemos los materiales que necesitamos en nuestra misma casa, y por eso, hacer un Halloween sostenible puede ser mucho más beneficioso, tanto para tu bolsillo como para el medio ambiente.
Por eso, hoy te vamos a dar algunas ideas para que, con cosas que tienes en casa, puedes decorar tu hogar fácilmente. ¿Nos ponemos manos a la obra?
Decoraciones de Halloween caseras y recicladas con niños
Porque sabemos que para los niños esta fiesta es una de las más divertidas, y también una que esperan con mucha ilusión, hacerles partícipes de la decoración de Halloween puede ser muy divertido. Por eso, aquí van algunas ideas que puedes llevar a cabo.
1. Latas «monstruosas»
Seguro que tienes alguna lata por ahí. Quizá de melocotón en almíbar, del cacao de tu hijo, o similares. Pues no las tires, porque puedes utilizarlas para crear las cabezas de monstruos. Por ejemplo, con una más o menos grande, y una vez la limpies, puedes pintarla por completo de verde.
Ahora, con fieltro negro, le haces el pelo (como si quedaran flequillos a lo largo de la lata simulando mechones). Así también protegerás el borde de la lata. Por dentro, puedes pintarla de rojo o rojo y blanco (como si fuera parte del cerebro) y finalmente solo tienes que crear una cara, con ojos y una boca.
En este caso, este monstruo sería Frankenstein, por lo que hacerle la boca como si fuera cosida con puntos, algún arañazo más y poniéndole ojos de los que se mueven quedará muy gracioso.
2. Momias de Halloween
¿Quién dice que las momias no están invitadas a tu casa? Pues sí que lo están. Lo único que tienes que hacer es coger un rollo de papel higiénico (de los gastados, claro). Ahora, píntalo de blanco y negro y, antes de que se seque, empieza a vendarlo. Si la venda ya está muy usada mucho mejor, porque se verá como si tuviera muchos años. Eso sí, puedes envejecerla si le das unas pinceladas con negro y gris.
No te olvides de ponerle unos ojos que se vean entre las vendas y estará lista.
3. Fantasmas
Otra opción son los fantasmas de Halloween, y esta es aún más sencilla. Solo tienes que pintar el rollo de papel anterior de blanco y esperar a que se seque. Una vez lo haga, cógelo de nuevo y ahora pinta dos ojos grandes negros y con formas aterradores, igual que su boca.
¿Ya lo tienes? Pues bien, solo te queda usar un poco de tul blanco sobre el fantasma para que parezca que vuela y que tiene cuerpo. Para darle más consistencia, muchos lo que hacen es coger un poco de papel negro arrugado y lo meten dentro, de tal forma que da la sensación de que la cara vuela con las sombras que produce.
4. Murciélagos de Halloween
Otro de los animales más relacionados con Halloween es, sin duda, el murciélago. Y en este caso son muy fáciles de hacer en casa. Por ejemplo, ¿tienes pompones negros? Pues ya solo te queda pegarle unos ojos adhesivos y recortar en cartulina negra unas alas para pegárselas. Todo ello lo puedes poner en un palito de madera y así podrás mover el murciélago sin problemas.
Si no tienes pompones, esto mucho lo puedes hacer, por ejemplo, con plastilina negra. O también con una bola de masa (harina y agua) que pintes de negro. Y todo eso sí que lo tienes en casa.
5. Papeles «aliens»
Seguro que más de una vez, cuando te has equivocado escribiendo algo, o has usado ya mucho una hoja de papel, la has arrugado. Y la has tirado a la basura. Pero, ¿y si esas bolas de papel sirvieran para decorar? Pues sí que sirven.
Solo necesitas ponerles ojos, bien adhesivos, bien uno grande hecho con cartulina de colores, para que parezcan monstruitos o aliens. Si además pintas líneas con rotuladores, como si fueran sus venas, se verán aún más divertidas.
6. Rollos higiénicos que se creen calabazas
En este caso vas a necesitar un rollo completo, es decir, con el papel y todo. Lo que debes hacer es envolverlo con un papel naranja y anudarlo en la parte superior con verde para que simule hojas.
Ahora que lo tienes en naranja, con cartulina negra recórtale unos ojos, nariz y boca, y pégalo todo. Así tendrás una calabaza que en realidad no es calabaza (pero seguro que gustará mucho por la originalidad).
Esto mismo también puedes hacerlo, por ejemplo, con latas, ya que lo único que necesitas es darle consistencia a la base para que parezca de verdad una calabaza. En cuanto a las bocas y ojos, echa mano de tu imaginación para crear diseños aterradores y divertidos para Halloween.