Qué es un moodboard y cómo usarlo para decorar tu casa

moodboard

¿Has oído hablar alguna vez del moodboard? ¿Sabes lo que implica? Los diseñadores de interiores lo utilizan a menudo como herramienta de decoración y tú puedes usarla también.

Pero antes necesitas comprender qué es este término y todo lo que tienes que saber sobre este.

Qué es el moodboard

Por moodboard debes entender que es una especie de collage. Si traducimos el término nos quedará algo así como tablero de humor. Y en realidad es algo muy cercano a la realidad.

Con este collage decorativo puedes saber cuáles son las telas, tonos y todo lo que vas a poner en una habitación dándote una idea del ambiente que vas a crear. Es decir, si este va a ser relajado, activo, purificante, natural, etc.

Es una forma de hacer una visual en el que se le presentan un conjunto de telas o de colores que casan entre sí y que dan una idea de cómo va a quedar. En otras palabras, en lugar de hacer un 3D o una realidad virtual para que vean cómo va a decorarse y a quedar, se le presentan las opciones de telas y colores para que se haga una idea.

Esta técnica es mucho más económica que la otra y puede tener casi el mismo efecto que si hicieras ese proyecto (que es bastante caro y no muchos quieren gastarse dinero en eso).

El moodboard no solo está compuesto por telas. En realidad también pueden ser recortes de fotografías donde, a modo de puzzles, se construye el ambiente de la habitación. Esto implica que se conocen algunos muebles, accesorios y, sobre todo, los colores de las paredes, suelo y elementos decorativos.

Cómo hacer un moodboard en tu casa

Cómo hacer un moodboard en tu casa

Si estás pensando en renovar una estancia de tu casa y quieres meterle mano cuanto antes, algo que debes hacer antes es pensar en cómo va a quedar con los cambios que quieras hacerle.

Y en esto te puede ayudar un moodboard. Así, los pasos que debes dar son:

Elegir la estancia a decorar

Puede ser una cocina, el baño, un dormitorio, el salón, el pasillo… Si nunca antes has decorado y no quieres cometer algún error imperdonable te recomendamos que empieces por una habitación que no uses mucho, o bien un pasillo. De esta forma, al ser lugares que no usas mucho, si pasa algo grave en la decoración, siempre podrás echar marcha atrás y arreglarlo (con una mano de pintura blanca y muebles neutros).

Hacer una lista de los elementos que debe tener

Esto es importante porque si sabes qué vas a poner en esa habitación entonces podrás decorar de una manera más acertada.

Por ejemplo, imagina que quieres decorar un estudio. Sabes que necesitarás almacenamiento, un escritorio grande, una silla de director, una o dos (si es un despacho abierto a clientes), un sillón o sofá, una mesita pequeña, lámparas…

Con todas las estancias que quieras decorar tendrás que hacer lo mismo. Créenos que te ayudará a no tener después que encajar todos los muebles y accesorios si vas acordándote conforme decoras.

Crear el moodboard

Ahora sí, ha llegado el turno de crear el moodboard. Para ello, tienes que pensar en los elementos que has puesto en la lista del punto anterior. Quizás incluso ya tienes algunos muebles vistos que te gustaría incluir. Si es así, hazles una foto o recorta la que tengas y empieza a construir esa decoración como si fueran recortables.

De esta manera te darás cuenta si los elementos que quieres mezclar pueden crear la decoración que buscas.

Por ejemplo, imagina que quieres muebles muy claritos y, sin embargo, tú quieres una habitación que sea relajante. Entonces tienes que: dar algunas pinceladas con colores fuertes, en azul marino; y unas paredes en azul pastel con alguna de acento (en azul marino).

De esta forma combinarás todos los elementos. Otra opción es el amarillo, para hacer algunos resaltes (en algún cojín para el sillón o sofá, una manta…).

Cuidado con recargar la decoración

Ten cuidado con mezclar demasiadas texturas, colores o muebles diferentes porque de lo que se trata es de crear un patrón cromático que mantenga la esencia. Pero si pones cada cosa de un color lo único que vas a conseguir es que esté demasiado recargada y además que no case nada. Puedes dar la sensación de que has usado recortes de otros ambientes para decorar.

Haz varias versiones

Aunque te guste mucho la primera que has hecho, oblígate a hacer al menos dos o tres más. El objetivo es que intentes ver ese «lienzo» que es tu habitación con más posibilidades.

A veces, cuando te abres a otras opciones encuentras elementos que pueden enamorarte más que esos primeros y una combinación de todos los moodboards lograría el diseño definitivo.

Recoge la información de todos los elementos

Nos referimos a que, si recortas la foto de un sofá, sepas dónde puedes comprarlo. Lo mismo con cualquier elemento decorativo, paredes, suelo, etc. Así, cuando elijas el definitivo, no tendrás que dedicar tiempo a encontrar todos los elementos porque ese trabajo ya lo habrás hecho antes.

¿Te animas a hacer tu propio moodboard?