Es una de las tareas más tediosas de esta época y, sin embargo, ineludible. Después del 6 de enero es necesario pensar en guardar la decoración navideña para poder volver a la rutina. Aquí tienes algunos consejos útiles y trucos de almacenaje para afrontar el trabajo sin agobios y terminarlo rápido y con los mejores resultados.
El mágico día de Reyes ha pasado y ahora llega el momento de recuperar la vida cotidiana. Sin embargo, antes es necesario guardar la decoración navideña: el árbol de Navidad, las luces, los adornos, etc. Si no lo haces, no podrás poner tu casa y tu mente en modo vuelta a la rutina, ¿no crees?
Y aunque el trabajo se te haga cuesta arriba, es necesario hacerla cuanto antes, de forma rápida y eficaz. Hoy te traemos algunas recomendaciones de almacenaje para que puedas poner cada cosa a buen recaudo. Al año que viene estará todo perfecto.
Así que deja la pereza a un lado y ponte manos a la obra. Ponte un límite en el calendario, por ejemplo esta semana, para guardarlo todo. Si no lo haces, corres el peligro de empezar a convivir con todo desplegado y que febrero te encuentre con el árbol montado e, incluso, encendido. Se han dado casos.
La mejor forma de guardar la decoración navideña
A la hora de plantearte almacenar los objetos de Navidad para el año próximo hemos de darnos cuenta de que no se guarda todo de la misma manera. Cada cosa, cada material, requiere de unos cuidados específicos, o de una manera diferente de almacenarlo. Te contamos cómo puedes conservar los objetos navideños fácilmente y sin agobios.
Antes de empezar, te daré un consejo que me parece interesante. Si este año has comprado adornos nuevos y los has colocado de madera diferente, o has creado alguna decoración que te encanta, no estará de más que hagas unas cuantas fotos antes de desmontarlo todo. Así al año que viene podrás volverlo a colocar tal cual y no tendrás que acordarte de memoria.
Quitar el árbol de Navidad
Es uno de los elementos más destacados a la hora de adornar nuestra casa en Navidad. Para guardarlo de la mejor manera has de empezar por retirar los adornos y las guirnaldas de luces, el espumillón, etc. Ve desmontando las diferentes partes y plegando las ramas.
Sacude cada una de ellas para eliminar el polvo que haya podido acumular durante estos días. Para sujetar cada parte del árbol con las ramas plegadas puedes usar gomas, correas o, incluso, un cinturón viejo que ya no uses.
Puedes guardar tu árbol en la caja de cartón en el que venía embalado cuando lo compraste, siempre que esté en buen estado y no guardes el carbol en un lugar demasiado húmedo. Es este caso, lo mejor es usar una funda específica para guardar árboles de Navidad. Son resistentes, impermeables y fáciles de transportar.
Los adornos bien protegidos
Clasifica los adornos en función de su material. Los de cristal o porcelana son los más delicados y debes envolverlos en papel de seda o en plástico de burbujas, para que no se rompan si se golpean por accidente. Mételos en cajas de cartón del tamaño adecuado: cajas de zapatos, cartones de huevos, etc. Si quedan bien ajustados no se golpearán.
Los adornos que no corren riesgo de romperse puedes almacenarlos en bolsas de plástico. Después tendrás que guardar todas estas bolsas y cajas en otros contenedores más grandes, debidamente etiquetados. Este punto es muy importante. Haz un inventario sencillo de lo que contiene cada caja y pégalo en la tapa. Así sabrás lo que tienes y lo que no cuando llegue la próxima Navidad.
Cómo guardar las guirnaldas luminosas
Lo primero que tienes que hacer después de desmontar todas las guirnaldas de luces que hayas utilizado en el árbol y en el resto de la casa, es desenredarlas y eliminar los nudos que puedan tener. Es fácil que se hayan liado unas con otras.
Comprueba que funcionan correctamente. Si algunas se han estropeado, deshazte de ellas poniéndolas en el contenedor adecuado. No merece la pena guardar cosas que no funcionan, y así el próximo año sabrás que tienes que comprar nuevas luces. O también puedes buscar en las tiendas especializadas si les quedan restos de la oferta de este año. Seguro que están a mejor precio.
Para guardar las tiras de luces, una vez desenredadas, enróllalas en un tubo de cartón de los de los rollos de papel de cocina, y guárdalas en una caja o metidas en una bolsa. Antes de guardarlos recuerda quitar las pilas, en caso de que las tuvieran, de guirnaldas y demás adornos luminosos. Busca un lugar seco para almacenar las luces de Navidad.
Los textiles navideños
En este apartado vamos a incluir todo tipo de adornos y complementos de tela, desde muñecos de fieltro, cojines, mantelerías, el cubrepiés del árbol, etc. Lo más importante es eliminar las manchas que puedan tener. Lava los manteles y los cojines, y revisa el resto de elementos. Si guardas los textiles con manchas, al año que viene estarán estropeados.
Para guardar la decoración navideña textil puedes usar una maleta pequeña o una caja de plástico con tapa, de las que se utilizan para almacenar ropa de otras temporadas. Conviene poner en el interior un producto antipolillas.
Coronas de Navidad y otros elementos
Hay ciertos adornos y elementos navideños que necesitan unas condiciones especiales a la hora de almacenarlas hasta el próximo año. Es el caso de las coronas navideñas, que corren el riesgo de deformarse si no las empaquetamos de la manera correcta.
Si tienes una de estas coronas busca una caja de cartón cuadrada del tamaño adecuado, de forma que quepa sin tener que forzarla. Rellena los huecos con papel de seda y ¡listo! La próxima Navidad estará perfecta.
También debes guardar las velas de Navidad de una manera especial. No las pongas en envoltorios de plástico o papel, porque pueden pegarse si se calientan y se deforman. Mejor en papel de celofán o en tela. Y, por supuesto, mantenlas lejos de fuentes de calor que las estropearán sin remedio.
Con estos consejos prácticos este año guardar la decoración navideña será coser y cantar.