¿Te gustaría aprender a restaurar muebles viejos pero no sabes por dónde empezar? ¿Tienes una pieza en mente que te está pidiendo a gritos que la renueves pero la idea te asusta un poco? ¿Alguno de los muebles que tienes en casa ha dejado de gustarte pero no quieres deshacerte de él? Sigue leyendo y puede que encuentres la clave a todas estas preguntas. Hoy hablamos de los pasos que hay que seguir para restaurar muebles.
Encontrar un mueble viejo y desvencijado en cualquier mercadillo, en un rastrillo o una tienda de segunda mano y darle una nueva apariencia es una de las cosas que más gratificantes me parecen, en lo que a restaurar muebles se refiere. O puede que solo quieras cambiar el aspecto de esa mesa que compraste hace décadas, aunque hoy no entiendes por qué lo hiciste.
Sea cómo sea, y sin ser esto una clase magistral ni mucho menos, hoy vamos a resumir en unos cuantos pasos esenciales el proceso de restaurar muebles viejos. Eso sí, vamos a partir siempre de proyectos sencillos; de ideas divertidas y no muy complicadas para mejorar la decoración de un espacio mediante el cambio de look del mobiliario que la componen. ¿Te animas a descubrir los secretos de la restauración de muebles?
6 pasos esenciales para restaurar muebles
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que necesitas un lugar adecuado para llevar a cabo estos trabajos de renovación. Aunque te parezcan sencillos, aunque pienses que no tardarás nada en dar una simple mano de pintura a la pieza en cuestión, lo más habitual es que tardes más de lo que pensabas, y entonces recoger todo sin terminar el trabajo no será buena idea.
Además, lijar una superficie de madera, decapar un mueble, pintar, reparar, pegar… Todas estas acciones son susceptibles de ensuciar el entorno, por lo que agradecerás llevar a cabo el trabajo en un espacio protegido contra las manchas.
Otra cuestión importante son las medidas de seguridad que hay que observar siempre. Muchos de los productos que utilizarás incluyen componentes químicos, por lo que has de utilizarse con cuidado. Usa siempre guantes, mascarilla, gafas de protección y ropa de trabajo. Y procura que el espacio esté bien ventilado. Para alcanzar el mejor resultado, sigue siempre las instrucciones de los fabricantes de los productos.
Comprobar el acabado del mueble
Antes de restaurar muebles, sean del tipo que sean, es importante tratar de averiguar qué acabado llevan. Es decir, si están pintados, barnizados, lacados, si llevan cera o goma laca, etc.
Una forma de saber, por ejemplo, si nuestro viejo mueble está barnizado o lleva una capa de goma laca, es frotar con un trapo mojado en alcohol. Hazlo en un lugar poco visible. Si la capa final se va y desaparece es que se trata de goma laca. El barniz, por el contrario, permanece inalterable. Para eliminarlo se requiere de otro tipo de productos más potentes. Con esta prueba sabremos qué tipo de acabado tiene el mueble.
Una limpieza a fondo
El siguiente paso esencial y superimportante a la hora de restaurar muebles es limpiar a fondo la pieza que tenemos entre manos. Muchas veces puede parecernos cochambrosa hasta el infinito y después nos damos cuenta de que solo necesitaba una buena limpieza. No sería la primera vez que limpiar a conciencia un mueble lo cambia por completo.
Para limpiar muebles de madera lo mejor es empezar por una solución de agua caliente y jabón neutro. Si aún nos parece que no ha quedado lo suficientemente limpio, entonces podemos usar un limpiador específico para madera a base de aceite.
Eliminar la capa superficial
Si la pieza está acabada con goma laca, bastará con frotar con alcohol y un cepillo de cerdas duras, o una lana de acero suave. Si está barnizado, habrá de utilizar un decapante adecuado. Es un producto que se aplica con brocha, se deja actuar de 10 a 15 minutos (los que especifique el fabricante), y después se puede retirar la pintura o el barniz con una espátula.
Como cada caso es diferente, y todo depende del número de capas de pintura vieja que tenga tu mueble, puede que tengas que aplicar el decapante dos veces.
Reparar pequeños desperfectos
Ahora que tenemos el mueble bien limpio, ya sabemos qué tipo de acabado tiene y qué es lo que tenemos que hacer con él (decaparlo y pintarlo de nuevo, o volverlo a barnizar), es el momento de llevar a cabo las posibles reparaciones que necesite.
Este paso consiste en arreglar el mueble para mejorar su estado, en el caso de que presente algún desperfecto. Desde encolarlo de nuevo, hasta eliminar arañazos o pequeñas grietas de la madera.
Dar el nuevo acabado
Este es el último paso a la hora de restaurar muebles. Ese en el que la renovación de la pieza se va a reflejar de forma más evidente. Tras lijar la madera y asegurarte de que está limpia y libre de polvo, es el momento de aplicar la primera capa de pintura, si es que has decidido pintarlo.
También puedes aplicar simplemente un barniz incoloro para conservar el aspecto que tiene ahora la pieza, una vez limpia y decapada. Sea como sea el proceso será el mismo. Tras esperar a que se seque la primera capa, se lija suavemente y se aplica la segunda mano de pintura o barniz. Si optas por la primera opción, conviene que acabes con una capa de barniz para proteger la pintura. Elige uno mate si no quieres efecto brillo.
Como tú mismo puedes comprobar, restaurar muebles no es tan complicado. Basta con seguir estos pasos para que el proceso se simplifique como por arte de magia, ¿no crees?